Desgraciadamente en nuestro país no es factible, sino todo lo contrario, existen impuestos que lo penalizan (el famoso impuesto al sol), una tasa que perjudica a todos aquellos que quieran autoabastecerse o aportar electricidad de origen renovable. Además de tener una de las facturas eléctricas más caras del continente, ya que, y entre otros factores, el 25% del importe corresponde a impuestos.
Fascinantemente en Alemania, un país que apoya y promueve las energías renovables, si es posible. Lo demostró el domingo 8 de mayo, una jornada con un magnífico potencial del viento y del sol, donde sus plantas solares, eólicas, hidroeléctricas, de biomasa, generaron hasta el 87% de toda la electricidad que se consume en el país (55 gigavatios de los 63 que se consumen en el país). Todo esto hizo que el precio de la electricidad bajara en picado hasta llegar a valores negativo, lo que supuso que los consumidores industriales cobraran por su energía consumida “han entendido bien, cobraron por su consumir energía.”
Alemania, uno de los países de referencia con las energías renovables, un sector en auge y en aumento año tras año (la contribución de las fuentes de energía renovable al suministro eléctrico en Alemania ha crecido de forma constante desde un 6.3% en el año 2000, hasta más del 30% en 2014).
Destacar por último, la importancia económica de esta industria, que ha aumentado notablemente en los últimos años. De acuerdo a estadísticas oficiales, en 2010 unas 370.000 personas estaban empleadas en el sector de las energías renovables en el país, especialmente en pequeñas y medianas empresas, un incremento del 8% respecto a 2009 (339.500 empleos), y muy por encima de 2004 (160.500 empleos) – Wikipedia.